He aquí siete relatos que corresponden a las imágenes y a las narrativas que interpreté a partir de algunos sueños:
1. Estoy escapando de embarcaciones con explosivos que mi manada y yo hemos construido para hacerlas explotar frente a las costas de las manadas enemigas. Pero una lluvia inesperada y un viento en contra hacen que las embarcaciones vuelvan hacia nuestra isla. Somos monos gibones. Uno de mis congéneres peludos me hostiga con golpes y pataditas todo el tiempo. Bajo la lluvia esto es especialmente molesto. No hay dónde guarecerse y todos estamos un poco confundidos por las explosiones. En algún momento descubro que yo soy Platón, el filósofo griego, y que el mono que me hostiga es Aristóteles, discípulo de Platón. Le comunico mi descubrimiento para que sepa que yo soy su maestro y para que, con ese conocimiento, logremos entablar la amigable relación maestro - alumno. Él no parece asombrarse y continúa hostigándome, golpeándome con una hoja de palmera y tirándome cascotes. Luego alguien nos trae la comida favorita de Aristóteles: una araña gigante.
(Soñado en marzo de 2006)
2. Estoy con Irma en Pehuen Co, una villa marítima, en una casa que alquilamos. La casa tiene dos partes: una con techo y otra, a pocas cuadras, sin techo, en la cual está la cocina. Cuando voy a desayunar reparo en ese detalle de que la cocina está muy lejos del resto de la casa, y que si llueve no se puede preparar el café con leche. Me imagino que alguien podría robarnos los enseres de la cocina, si quisiera, porque esa parte de la casa además de no tener techo da directamente hacia la vereda. La mañana es hermosa y recién está amaneciendo. Al rato pienso que no hay de qué preocuparse porque en Pehuen Co la gente no roba cosas ajenas y casi nunca llueve.
Desayuno y vuelvo a la parte techada de la casa, que en el fondo tiene un patio. Allí, en el patio, encuentro un gato muy pequeño al que, si le miro el rostro de cerca, tiene la forma de un rinoceronte. Irma me dice algo acerca de ese animal; según lo que ella me explica (ella viene del sur y sabe muchas cosas sobre la naturaleza) es un pequeño rinoceronte. Al rato aparece otro gatito con cara de jirafa. Es un hermano del anterior. Entiendo que todos los animales primero nacen como cachorros de gato con un rostro inadecuado, y luego, cuando crecen, se transforman en el animal que indica su rostro.
(Soñado en marzo de 2006)
3. Estoy en Buenos Aires con Irma. La peatonal Lavalle desemboca en una especie de ciudadela a medias urbanizada y con calles de tierra. Alguien, dentro de una casa de esa ciudadela está construyendo un misil nuclear y los servicios de inteligencia de Estados Unidos, división Marines Superarmas, está tratando de encontrar el lugar justo desde donde va a ser lanzado el ataque. Yo descubro por casualidad la casa donde un hombre en un taller mecánico tiene preparado el misil. Sé que si los servicios de Inteligencia saben que yo he descubierto lo que ellos buscan, voy a estar en problemas. Sigo caminando hondamente preocupado.
Más allá de la ciudadela hay un desierto de barro lleno de cangrejos. Los porteños nunca se acercan a ese lugar, en el cual hay criaturas de oro inmortales. Yo llego al límite entre la ciudadela y el desierto de barro y me encuentro con uno de los inmortales (es Titi, compañero del secundario y amigo) quien me pide que lo acompañe y que recuerde esos tiempos en los que yo también era inmortal como él. A lo lejos se ven otras criaturas doradas que me saludan amigablemente. En el desierto es siempre de día y el barro está caliente y burbujeante.
(Soñado en marzo de 2006)
4. Estoy en mi casa. Mi casa no es mi casa; es una enorme casa chorizo con un primer piso con balcones que dan hacia un patio central. Parece una escuela vieja. A ese primer piso casi nunca accedo porque hay habitaciones que hablan de personas muertas (una de ellas tiene todo el mobiliario de mi bisabuela) y porque las telas de araña (y las arañas) abundan.
Pero hoy es un día especial. Viene un fin de semana largo y mi padre se va pasar unas mini vacaciones en las sierras. Entonces mis amigos, mis primos y el abogado (¿) se quedan en casa sin que yo los invite. El hecho de que no esté mi papá y el fin de semana largo son razones suficientes para que ellos se instalen y hagan su vida en mi casa.
Cuando me quiero acostar en una de las habitaciones, algunos de mis forzados invitados hacen un ruido espantoso. Están haciendo una fiesta en el patio central y en algunas de las habitaciones. Yo tengo que pasarles música. A eso de las siete de la mañana, cuando me voy a acostar, mi primo Gustavo se pone a cocinar el desayuno en mi habitación y tanto él como el abogado me recriminan que no me haya acostado temprano, que ya es hora de levantarse, no de dormir. Trato de sobrevivir despierto y en algún momento huyo con mi padre a través de una calle que es una casa de venta de electrodomésticos en la que hay que pasar atravesando (y rompiendo) un alambre tejido, aunque si se tiene la habilidad suficiente, se puede pasar a través de los agujeritos del tejido.
(Soñado en mayo de 2006)
5. Se me quema la campera.
(Soñado en junio de 2006)
6. Mi padre y mi hermano me pasan a buscar para ir al circo. Es un circo famoso por sus payasos. Los payasos tienen una música especial: música de payasos, ligeramente terrorífica. Como chirridos con eco que retumban a lo lejos. Es de noche, hace frío y se hace tarde. Yo no encuentro la ropa para ponerme y la función está por empezar. Pero parece que, con nuestro retraso, hemos provocado que el mismo espectáculo se retrase. Mientras busco la ropa escucho que mi viejo dice, nervioso: “apurate, Jorge, que ya vienen”. Estoy sutilmente horrorizado porque la musiquita – chirrido de los payasos se escucha furiosa, cada vez más cerca de mi casa. Los payasos, hartos porque no llegamos a horario, abandonaron su espectáculo multitudinario para venir a buscarnos, y seguramente están apiñados como vacas pintarrajeadas en la puerta de adelante, allí, al fondo del pasillo oscuro y con su musiquita taladrante y macabra.
(Soñado en Junio de 2006)
7. Pasa un tren que en lugar de vagones trae cabezas. El tren recorre el perímetro de toda la ciudad y se va para La Pampa, que es una ciudad en la que siempre hace frío y hay festivales cerca de un río, en los que suele cantar Marco Antonio Solís. Le pregunto a Irma cuál es la locomotora y me dice: “es la segunda cabeza”. La segunda cabeza es, en realidad, un vagón a través de cuyas ventanas se ve el dibujo de una cabeza. Es la cara de Lionel Messi. Me entero de que el tren lleva algo así como el alma de ciertas personas (algunas famosas) y que, cuando esas personas quieren viajar por mi ciudad o hacia La Pampa, simplemente se suben a su vagón – cabeza. Mientras ellos no viajan, el tren anda solo haciendo su recorrido sin pasajeros ni conductor. Se verá la contradicción: un vagón es, a su vez, un vagón y una cabeza. Le pregunto a Irma cuál es el combustible con el que anda esa maquinaria de carne y hierros. Irma me dice: “Las cabezas comen el pasto de al lado de las vías” (Este es un sueño que voy a tener alguna de estas noches de julio de 2006)
martes, 4 de julio de 2006
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7 comentarios:
Primera !!!
Portate bien Jorge... te estamos vigilando del consejo... y no hablo del departamental ni del superior...
ja, muy buena la interpretación de los payasos y el cabaret que hace zambayonny... pero el texto original
no dice "vacas VIEJAS pintarrajeadas en la puerta", dice sólo "vacas pintarrajeadas en la puerta".
¿En quién estaba pensando dr. zamba?
Aurelio
Gracias, Dr. Zamba, ahora encuentro insospechadas conexiones entre mis sueños y mis deseos conscientes.
Zamba impecable. Felicitaciones.
Cuando me converti en el Sol,
le dí brillo a los corazones de los hombres,
para enceguerlos y que no me vean...
Imagino una especie de diario íntimo, y a vos Jorge, levántandote todas las mañanas a escribir tus aventuras oníricas de la noche, con una lapicera de plumas verdes.
Estremecedor el sueño de los payasos, todos sabemos que son los seres más perversos del mundo.
Este blog es sencillamente espectacular.
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